¿Ha agravado el confinamiento la dependencia tecnológica en los niños y adolescentes?
Cuando comenzó el confinamiento, los niños y adolescentes perdieron de un día para otro sus rutinas diarias y los sincronizadores sociales: Horarios de entrada y salida del colegio, contactos sociales con los compañeros de clase, las actividades extraescolares, actividades deportivas…
De repente el adolescente contaba con muchísimo tiempo en casa con padres que trabajaban o teletrabajaban y lo que comenzó como una forma de que su día no fuera tan largo y se mantuviera conectado con sus amigos terminó con la inversión de muchísimas horas dedicados a jugar al ordenador, la Play o la Switch.
Muchos padres y madres relajaron los límites de uso de las tecnologías y videojuegos durante el confinamiento y han observado como se ha agravado la dependencia a las pantallas generando una serie de problemas en el entorno familiar, personal y social del menor:
1. Cambios conductuales : que generan peleas familiares muy subidas de tono ante la irritabilidad y malestar del adolescente cuando tiene que dejar de jugar. Una madre nos comentaba en consulta “ Mi hijo de 14 años es tranquilo y afectuoso pero se transforma cuando juega al Fornite, no es él , cuando cortamos el videojuego después de quinientos avisos se vuelve agresivo contra nosotros , nos grita e insulta y todo deriva en una disputa familiar enorme”
2. Tolerancia al juego: se produce cuando el niño o adolescente siente un intenso deseo, ansia o necesidad incontrolable de estar conectado cada vez durante más tiempo a Internet o a los videojuegos para sentir el mismo bienestar que antes. “ Ahora que puede salir y no tiene que estar confinado, prefiere permanecer largas horas conectado a los videojuegos en casa, si lo dejásemos se olvidaría hasta de comer y dormir”.
“ Le llaman sus amigos para dar una vuelta pero se niega a salir” .
“ Está perdiendo el contacto con sus amigos de toda la vida y su grupo de referencia y ahora no sé quienes son esas personas con las que habla en los videojuegos”.
3. Síndrome de abstinencia: el menor siente malestar e irritabilidad ante la ausencia de contacto o conexión con las pantallas. “Cuando le limitamos el horario o le decimos que no puede jugar a los videojuegos durante la semana se pone muy agresiva e incontrolable, nos dan miedo el tipo de reacciones que está teniendo ”.
4. Negación del problema: cuando las personas allegadas al menor, hablan sobre los problemas que le está generando a nivel social, personal , familiar y escolar el abuso de las pantallas éste suele responder negando el problema que padece y poniéndose a la defensiva utilizando muchas excusas para continuar jugando.
“ Hemos intentado hablar con él y advertirle del problema. Nos dice que somos unos exagerados y que todos los chicos y chicas de su edad juegan a los videojuegos” “ No nos escucha ,se pone a la defensiva y al final terminamos discutiendo.”
5. Pérdida de interés en actividades habituales previas: Las familias han observado que todo su tiempo libre lo invierte en las TIC y que ha dejado de lado actividades que antes le encantaban.
“ Ha dejado de ir a los entrenamientos de fútbol y a los partidos porque prefiere quedarse jugando a la play en casa”. “ Antes jugaba sólo los fines de semana pero actualmente juega más de cuatro horas diarias “.
6. Descuido de las tareas escolares: bajan su rendimiento académico, los profesores refieren que no estudian, que no presta atención y que se vuelven descuidados con las tareas escolares.
“ Sus notas siempre habían sido buenas, pero ahora vemos que con el cinco raspado se conforma”. “ Cuando nos llegaron las notas, había suspendido varias asignaturas, nunca le había ocurrido”.
Si tras leer el artículo consideras que tu hijo/a tiene un uso excesivo de las nuevas tecnologías , nosotros podemos ayudarte a prevenir esta situación o para tratar de reconducirla.